jueves, 5 de julio de 2012



Silencio.
Recuerdo aquellos días por la noche, con el sonido de las olas, un mar infinito que cruza la oscuridad. Esucho cada ola, cada gota de agua que hay en ella. Cada una cuenta un secreto, oigo susurros que cuentan historias infinitas del mar, se las lleva, se las lleva hasta el fondo de su horizonte, son historias que sólo te pueden contar ellas, historias sin contar. Recuerdo cada susurro cerca de mis oídos, cada palabra pronunciada con delicadez y amor profundo. Palabras que me llegan hasta el corazón. Recuerdo cada brisa marina que recorrió mi cuerpo en aquel momento silencioso y lleno de sentimientos. Recuerdo cada escalofrío que recorrió mi alma al sentir la noche eterna en mi cuerpo, al escuchar bien los sonidos de la noche, que parece ser mágica. Recuerdo cada nota músical que resuena en mis oídos, recuerdo cada sonido que sueltan las cuerdas de mi guitarra, las vibraciones siguen su eco hasta el fondo de mi alma. Recuerdo escuchar los susurros de la oscuridad, a veces son simples imagincaciones, otras no lo son. Recuerdo los latidos de mi corazón en un silencio de soledad total. Oigo cada palabra que pronuncia mi corazón, la siento en mí, me encuentro. Mi alma se encuentra en el silencio, está en su casa, en su lugar. Ahí estoy yo, esa misma soy yo.

A veces el silencio no es silencio, son miles de sonidos que resuenan hasta el fondo de tu alma. El silencio es la soledad de tu alma, y los recuerdos aún vivos en tu corazón. Te despierta, te hace saber quién eres realmente~





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