Un
río sin fin.
El
tiempo pasa, y los recuerdos fluyen como esa brisa mañanera que
cubre tu piel con un dulce amanecer. Extrañas el pasado, añoras
esos recuerdos con sonrisas, con caricias, con besos, con sinfonías
de puros sentimientos que no paraban de fluir. Pero el reloj sigue su
camino, el reloj no te esperará, no te dejará despedirte, no te
dejará olvidar tan fácilmente. No. Tu corazón recuerda cada
momento como si fuera ayer, y lo quiere, lo ama con toda su alma, y
lo retiene con todas sus fuerzas. Pero el tiempo corre, el tiempo no
te espera. Y ese sufrimiento es el que finalmente te destruye por
dentro.
Pero
no, tienes que ser fuerte, tienes que poder levantarte, tienes que
saber olvidarte. Tienes que aprender a vivir sin ello, tienes que
aprender a no acostumbrarte al presente, porque en el futuro ese
presente se hará pasado. Un pasado que no volverá. Aprende a
dejarlo ir, aprende a vivir sin sufrir. Aprende a volar sin caer.
Aprende a ser feliz.
El arte del no-escuchado,
ResponderEliminaruna voz que gime en solitario,
pinta paisaje de palabras,
cuéntame que cantas
perenne el cansancio,
ya estas más santa.